Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han impactado y hecho parte de la manera en que la sociedad funciona e interactúa. De igual forma, las TIC se han hecho fuertemente presentes en el ámbito educativo. Más aún, a partir de la necesidad de realizar clases remotas o híbridas por la crisis sanitaria.
En una publicación anterior presentamos 3 beneficios del uso de TIC en educación, a continuación, presentamos 3 más.
1. Aumenta la motivación: En las generaciones más jóvenes, la utilización de nuevas tecnología es habitual, por lo que utilizar las TIC en las escuelas puede significar un aumento en la motivación. Tengamos presente que la motivación es uno de los motores del aprendizaje, ya que impulsa la actividad y el pensamiento. Además, cuando los estudiantes se encuentran motivados, dedican más tiempo al estudio, por lo que es probable que aprendan más. 2. Ayuda al desarrollo de autonomía: Con el uso de TIC y el potente aporte que puede llegar a hacer Internet, los estudiantes disponen de variados canales de información y de gran cantidad de esta. Lo anterior se traduce en que los alumnos puedan ser más autónomos al buscar información y en el estudio. Pero es importante aprender a utilizar dichas herramientas, por lo que es fundamental el rol del docente en esta labor. 3. Contribuye en la labor docente: Las TIC pueden ser herramientas aliadas de los docentes, ya que existen recursos que favorecen el proceso de enseñanza – aprendizaje a través experiencias audiovisuales, dinámicas y significativas. Además, a través de las TIC se cuenta con más recursos para hacer frente a la diversidad. Por otro lado, distintos softwares y plataformas cuentan con herramientas que facilitan el seguimiento y la evaluación.
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¿En la práctica docente cotidiana hay una idea que cuesta aceptar, pero que todos hemos vivido: explicar bien un contenido no garantiza que los estudiantes lo comprendan. Podemos planificar con cuidado, elegir buenos ejemplos y dedicar tiempo a practicar, y aun así encontrarnos con evaluaciones que muestran vacíos, confusiones o aprendizajes incompletos. Cuando eso ocurre, la tentación suele ser avanzar por falta de tiempo o repetir la misma explicación esperando que esta vez funcione mejor. ...
El ejercicio profesional de la docencia representa una labor de alta exigencia emocional y mental. En el contexto laboral actual, donde se invierte una porción significativa de energías y recursos, la exposición constante a tensiones puede conducir al Síndrome de Burnout o síndrome de desgaste profesional.
Al acercarse el cierre del año escolar, el trabajo docente se intensifica: evaluaciones finales, elaboración de informes, cierre de actas y la presión por consolidar promedios. En medio de ese ritmo acelerado y de las múltiples exigencias administrativas, algo esencial que no debemos perder de vista, y que es mucho de los aprendizajes más valiosos de los estudiantes no siempre se reflejan en una calificación.